El desafío busca reducir en al menos un 5% el consumo de agua dulce dentro de una planta industrial, con el fin de mejorar la eficiencia en los recursos, disminuir los costos de producción y aumentar la sustentabilidad del proceso. Este desafío espera que los solucionadores propongan distintas formas innovadoras para capturar eficiencias en cada uno de los procesos de utilización de aguas previamente mencionados. Lo que no se espera es que las soluciones busquen sólo la implementación de tecnologías ya existentes. La solución debe tener un impacto positivo en el medioambiente, la eficiencia operativa y la sostenibilidad de los procesos industriales. Además, se solicita que las innovaciones a implementar contengan sistemas de control de captura y consumos.