El desafío consiste en potenciar el sistema de trazabilidad actual para lograr un seguimiento de la posición, el tiempo que ha transcurrido en determinada etapa del proceso y estatus de la unidad contenedora dentro de la planta y entre plantas. El objetivo es optimizar el control de las etapas del proceso, asegurando que cada unidad contenedora sea monitoreada de manera precisa y eficiente. Con una mejor visibilidad y un sistema integrado, las plantas podrán mejorar su productividad, garantizar la calidad del producto, y tomar decisiones informadas que impulsen la eficiencia operativa.
Este desafío podría ser abordado por tecnologías innovadoras, como por ejemplo sensores térmicos, sistemas RFID, y cámaras, que permitan un control detallado del tiempo, la posición, y las condiciones de cada producto en su unidad contenedora. La solución debe ser capaz de generar reportes claros y accionables para los responsables de las plantas en cada etapa del proceso, facilitando la toma de decisiones informadas para mejorar la eficiencia operativa y asegurar la calidad del producto.